Dibujo con letras,
mis secretos en tu piel,
trazo besos con mis versos,
marcándose en tu boca.
Pinto garabatos de caricias,
en la espalda de tu cuerpo,
grabo susurros en tu pecho,
con la tiza de mis sueños.
Perfilo con paleta de colores
la expresión infinita de mi alma
y el cielo en tu mirada.
Y yo te invito a que dibujes,
con tus letras y versos,
un lienzo de poesía.
"LIENZO DE POESÍA DE FABIOLA RUBIO"
Te hablo desde el sueño que mantienen las hojas, que al contacto con mi piel, tallan dorados pliegues abrigando diversa formas humanas, transformándose en el nuevo ser que ven tus ojos.
Dormito en un profundo sueño, entregada por completo a mi nueva forma, a esa hoja que mecida por el viento cae del tronco que un día se turbó por la belleza y que ahora en este otoño ya casi marchito, debe entregarse al crudo invierno, así como muere, renace en mí este cuerpo de cada una de sus partes siendo haz y envés, curvas en las que el hombre se despeña, el tallo, se torna en dos caminos que llevan a un solo encuentro, la pasión y el deseo y que cuando este cae hacia la punta, es pisado por los pies.
Las nervaduras secundarias, pasan a ser brazos y manos, con los que agarrarme a la vida que ahora parece renacer en mí. El resto, dos brotes capsulados de néctar se convirtieron en pecado, tersura en la planicie va dibujando mi vientre, dejando desaparecer el nervio principal de la hoja.
Como hoja al viento, mi cuerpo se va alzando, llenándolo de altura y moldeándolo. A veces voy en contra de ese viento, notando mi cambio, soy un compendio malherido de muerte y renacimiento de cabeza, tallo, clorofila y sabia, convertida en la sangre que calienta el frío que me va abandonando, mientras que te estoy esperando…
Agradezco a Fabiola Rubio por haber sido tan amable en regalarme este precioso poema que me envía desde Facebook y que tengo el placer de compartir con vosotros enlazándolo en esta entrada junto con el mío.
Mil gracias, Fabiola, te ha quedado un bellísimo lienzo de poesía. Un beso enorme.