"El trono de tu boca"

El trono de tu boca...
habita en mí,

me excita,
me palpita,

me seduce,

me pervierte,
me embriaga,
me humedece,

me enloquece.

El hambre de tu boca

se abre a mí para entregarse

al paisaje de mis ansias.

Tus labios...
¡ay tus labios! 
que bordean el puente de mi océano.

La sed de tus labios
bebe del manantial
de las aguas de mi placer.

Tu saliva...

¡Ay tu saliva!
que se confunde con la mía.

La sed de tu saliva,
se entrega entremezclándose con la mía,
para ser latido en mi mar desbordado.

Tu lengua...

¡ay tu lengua!
que delinea mis labios.

La sed de tu lengua,
me devora entre olas
hasta llegar al centro de mi garganta
desbordando la profundidad de mis entrañas.

"Deja"

Deja que tus manos 

naufraguen por todo mi cuerpo

que desciendan por la duna de mi vientre.

Deja que tus dedos

sean pinceles que delineen mis formas,

que pinten de mil colores mi pecho.

Deja que tus manos

sean tobogán en mi espalda,

que me dibujen caricias desnudas.

Deja que tus dedos

se abran para embriagarme

germinando destellos en mi piel.

Deja que tus manos

atraviesen mi alma

y reposen en mi corazón.

"Bailemos"

Bailemos al compás del viento,

dejémonos acariciar por su brisa,

agitemos las alas de los sentimientos,

dancemos en el tango de las sensaciones,

hilvanemos nuestros sueños de colores,

tracemos sinfonías de sabor apasionado,

deslicémonos por la pista hacia abajo.

Bailemos con el viento soplado,

cuerpo a cuerpo abrazados,

pierna a pierna entrelazados,
respirando los suspiros resbalados,
sintiendo el calor en nuestras miradas,

despeinando sin miedo nuestros gozos,

salpicándonos con la lluvia de emociones.

Bailemos al compás del viento...

bailemos con el viento soplado...

bailemos algo más que palabras...

Lluvia (Palabra 35 de 52)

Llueve...

las gotas de lluvia

se confunden en la noche,

golpeando los ojos del alma.

El agua...

c

a

e

sin pedir permiso,

sin apenas hacer ruido,

maquillando el tiempo.

La última gota...

que envuelve tu ausencia,

se balancea en la nostalgia del recuerdo.

¿Hacia dónde miran tus ojos?

No silencies,

no calles,

cuéntame,

hazme saber...

¿Qué sonido tienen tus latidos?

¿a qué saben tus besos?

¿hacia dónde miran tus ojos?

¿a dónde van a parar tus suspiros?

Háblame de tus sueños,

de tus horas dormidas,

de tus días de desvelo,

de tus ansias despiertas,

de tus ganas de amar,

de tus deseos de sentir,

de tus anhelados abrazos,

de tus versos mojados.

Déjate llevar por mis letras,

que tus versos beban de los míos,

que los ojos de mi alma sean los tuyos,

que mis caricias se entrelacen con tus sílabas,

que mis palabras y las tuyas se abracen entre sí,

que mis labios sean palpitar entre tu boca.

No silencies,

no calles, 

cuéntame,

hazme saber,
entrégate a mis letras,
alza tus alas,
y vuela conmigo... 

muy lejos.

Mundo (Palabra 34 de 52)

En ti...

despierto,

anochezco, 

me desvelo,

suspiro,

respiro,

siento,

vivo.

En ti...

me elevo,

en tu canto,

en tu liturgia,

en tus brazos,

en tu brisa,

en tu aroma,

en tu alma.

En ti... 

en tanto...
en más...

mi mundo...
tú.

"Peligrosa tentación"

Peligrosa tentación tu irresistible insinuación:

"Si tú quieres...
yo quiero...
Si tú te arriesgas...
yo me arriesgo..."


Tus palabras me seducen y me tientan,
me provocan y me vislumbran,
me dan de beber y me sacian,
me gozan y me alimentan.

Imposible no seguir tus pasos...

Y yo me dejo llevar de tu mano
para sentir el latir profundo de tus versos,
respirarte, sentirte, soñarte en el universo
del arco iris que colorea tu alma 
hasta alcanzar el océano infinito del deseo.

Y nuestras miradas se penetran,

y nuestros cuerpos se erizan entre caricias,
y nuestras almas se respiran entrelazándose,

trazando paraísos paralelos soñados.

Tentación exquisita 

la que me provocas,

despertando mi pasión,

adueñándose de mí la agitación.

Tentada quedo entre tus versos

y el néctar del licor de tus besos.

Con mi cariño esta entrada especial, para ti, amiga mía, The Dream Of Avalon-Morgana Avalon, porque te la mereces, ya que siempre me estás regalando, desinteresadamente, tu preciosa inspiración, con la sensualidad que desprenden tus letras, que me llegan al alma. Gracias por tu amistad.

"Tu poesía"

Te leo, siento y suspiro,

estremeciéndose todos mis sentidos,

en cada párrafo dejas la esencia de tu interior,

en cada frase todos tus profundos sentimientos,

recitas con tus versos melodías que mecen el alma.

Y te leo una y otra vez, y otra vez más,

y me seducen tus letras, y me envuelvo entre ellas,

y vibro, y sueño, y me hago ser la protagonista,

y me envuelvo en su fragancia, y me lleno de su magia,

y las sombras y el tiempo para mí dejan de existir.

Es un privilegio leer tu poesía

con la que me deleito cada día.

 

De la sensibilidad derramada entre los versos de tus poemas, nació la fuente de mi inspiración de esta entrada, amigo, Agapxis Poveda. Gracias por hacerme envolver en la fragancia de tus versos, los que respiro, me llenan de luz, y allí en tu mágico blog, El Buro Poesia, se me detiene el tiempo entre tus vuelos. Un placer es siempre leerte. 

"A tu viento"

Te cuelas sigiloso por mi ventana,

sin pedirme permiso me invades,

buscando deseoso mi piel sedosa.

Sediento bebes mis aguas peligrosas,

sorbiendo con tus labios

cada centímetro de mis ganas.

Inundas mi cuerpo de tu placer,

extasias mis palpitaciones,

tronando como un resplandor de luz.

Bebes mi pecho entre besos,

emborrachándote del vino de mi delirio,

tomando el fruto prohibido de mi carne.

Te apoderas como un vampiro de mi cuerpo,

absorviendo mi desbordada lujuria,

lamiendo hasta la sangre de mi alma.

Apasionadamente rendida, sin condiciones, 
me entrego a tu viento.

¿A dónde?

¿A dónde van a parar mis palabras

si quieren gritar hasta el alba 

y no salen de mi boca?

¿A dónde van mis versos

si se rebelan en horas tristes

en qué lugar se van a escuchar?

¿A dónde van mis silencios

en esta soledad aplastada

teñida de oscuridad que me destroza?

¿A dónde queda mi lenguaje

en este profundo vacío que oprime mi alma

y no me deja respirar?

¿A dónde?

¿A dónde?

¿A dónde?
¿A dónde?

"Laberinto"

Tus pupilas sedientas descansan

en el horizonte de mi pecho,

en el mar de mi playa,

en el cielo de mi ombligo,

en el suspiro de mi gozo.

Eres el fauno embriagado

que ansía con impaciencia mi cuerpo,

devorando con la sed de tus dedos delirantes,

caricias penetrantes deslizándose

más allá del lecho de mi espalda.

Tu mirada ya no quiere mirar al cielo,

tu mirada solo quiere mirar el universo de mi cuerpo,

cascada natural que arrebata tu delirio,

laberinto donde perder tus manos

para tersar tus versos sobre mi piel.

"Más allá"

El desenfreno de tu cuerpo

te pierde cuando me encuentras,

y me atrapas zambuyéndome

en el río de tus ansias,

entre ardientes caricias,

que me van quemando por dentro,

haciéndome estremecer de gozo.

Y te lanzas al vacío de mi cuerpo,

y disfrutas vistiéndome de placer,

y tus labios me desbordan de besos,

y tus manos me nutren de caricias,

y tu boca bebe de mi húmeda copa,

y toda yo me desato de lujuria.

Más allá del éxtasis,

en la cima exacta dónde tú te encuentras

arrastrados por el vértigo delirio del placer.

"Siénteme"

Siénteme, gózame,

cierra profundo los ojos

para encontrarte a mi lado,

en mi poesía trazada,

en cada coma besada,

en cada sílaba mordida,

en cada silencio suspirado.

Siénteme, devórame,

 peregrino en mi cuerpo,

fusilándome con tu bala,

fluyendo la sangre por tus venas,

desquiciado en mi húmedo torrente,

inundado de gemidos perpetuados,

estremeciendo el palpitar de tus latidos.

Siénteme, habítame,

tócame, muérdeme

sumérgete, fúndate,

márcame, séllame,

en mi teorema geométrico,

en la trinchera de mi pecho,

hacia el camino ansiado de tu partida.

"Muerte lenta"

Se me caen las pestañas

de tanto llorarte,

se me rompe la mirada

de no encontrarte.

Me duelen los ojos,

que derraman sangre,

me duele tu ausencia,

que corrompe mis huesos.

Me duelen los días,

me duele el tiempo,

me duele la noche,

me duele la vida.

Recoge mis pestañas, 

en esta muerte lenta,

que, poco a poco, me está

partiendo el alma.

"Te seduzco"

Te seduzco,

en primera plana,

sin distancia ni medida,

sin minutos ni horas,

a cinco segundos de mi piel,

derritiéndote de las ganas

en el laberinto de la pasión.

Te seduzco,

con mi boca delirante,

penetrando tu mirada,

con mis labios ardientes,

mi largo cuello de cisne,

la curvatura de mi espalda,

los surcos de mi pecho.

Te seduzco,

con el baile de mi cuerpo,

la danza de mis caderas,

emborrachándote de mí,

marcando mis muslos

en la pierna de tu delirio.

Te seduzco,

a recorrer con tus manos,

las líneas deseadas de mi cuerpo,

zambullirte entre bruces en mi mar,

desatándote de inmenso y delirante placer,

salpicándome de la sinfonía de tus gemidos.

Espejo (Palabra 33 de 52)

Mi cuerpo desnudo,
delirio en el espejo de tus ojos,
que te arrastran a mí,
gobernando tu mirada
en el reflejo de mis formas.

Mi cuerpo desnudo,
te tiembla de gozo,
perdiendo tus dedos
en el talco de mi piel
y el contorno de mis curvas.

Mi cuerpo desnudo,
habitando en el iris de tu mirada,
reflejada en el placer de tu agonía,
marcando, sin aliento, el vaho,
liberando tu gloria ante el espejo.